La situación deportiva de Ansu Fati en el Barcelona es complicada. Últimamente juega muy poco, su entrenador considera que debe ganar masa muscular en sus piernas para poder volver al rendimiento de sus mejores momentos.
Su padre, Bori Fati, hizo unas escandalosas declaraciones en la Cadena Cope, quejándose amargamente de los pocos minutos que tiene su hijo a pesar de que él lo ve muy bien. Sin embargo, todo el mundo puede ver que le falta la chispa de aquel Ansu Fati que aspiraba a ser el mejor jugador del mundo, y el relevo de Messi en el corazón de los culés.
El año pasado antes de su última lesión, el Barça lo renovó ante la posibilidad de una posible marcha de la que se consideraba la joya de la corona de la Masía. Un jugador que llegó con 17 años al primer equipo con una facilidad para el gol y para el desborde, descomunales.
Pero este año tras volver de su lesión muscular de la que no se quiso operar, no consigue coger el ritmo ni parecerse a lo que fue.
Pero de lo que no se puede quejar ni Ansu ni su padre, es de lo que está cobrando en el FC Barcelona que se estima en unos doce millones de euros brutos por temporada, que a día de hoy, no están siendo rentabilizados por su club.
El club azulgrana le hizo un contrato a la altura de lo que representaba para el equipo y para la afición, sólo un año más tarde ese contrato parece más un lastre que otra cosa.
No se descarta que una buena oferta acabe con el futbolista en un equipo top de otra liga europea potente.
El Barça debe decidir si recibir una buena suma de dinero y arriesgarse a que Ansu vuelva a ser el fuera de serie que era, o quedárselo y arriesgarse a no recibir ni un euro, por un jugador que quizás no pueda alcanzar nunca el rendimiento de sus mejores momentos debido a las lesiones.