El mejor tenista español de la historia se tiene que tomar un descanso debido a las lesiones. La última en el psoas ilíaco, unos músculos situados en la cavidad abdominal y en la parte anterior del muslo. Lesión que sufrió en el pasado Open de Australia y de la que no conseguido restablecerse a día de hoy, por lo que ha tomado la determinación de no competir en los próximos meses.
En una rueda de prensa dada desde su academia, el manacorí explicaba su situación ante la preocupación de sus seguidores. “Pongo un punto y aparte a mi carrera deportiva. Mi intención es volver cuando me sienta preparado física y mentalmente [….] para poder encarar con garantías el 2024, que será mi último año”, afirmaba para disgusto de sus fans, que ya saben que la carrera de Nadal tiene fecha de caducidad, aunque ya les ha dado infinidad de alegrías.
Desde el pasado 8 de octubre, Rafa es padre de un niño, por lo que su parón deportivo le servirá para pasar más tiempo con su mujer y con el bebé, algo que no podría hacer si se encontrase en la vorágine de competición tras competición a la que lleva muchos años acostumbrado.
Además, se acaba de hacer una nueva casa de 7.000 metros cuadrados con vistas al Mediterráneo y al puerto de Porto Cristo, la zona costera de Manacor, ciudad en la que nació y en la que tiene pensado vivir toda su vida, para practicar una de sus más grandes aficiones, la pesca.
Cuando se retire podrá disfrutar también del golf, del que es un gran jugador y quién sabe, si aspirar a la presidencia del Real Madrid, que es su sueño.