Lady Gaga vive un momento difícil. En lo profesional nadie podría pensar que la artista, que acaba de ganar un Globo de Oro y está a punto de sacar su próximo álbum, tenga alguna queja, pero en lo personal hay todavía algunos aspectos que tiene que superar. Su reciente ruptura con Taylor Kinney se suma a la depresión que la cantante arrastra desde 2013 y para la que todavía sigue bajo tratamiento.
La artista ha reconocido públicamente que todavía se encuentra tomando medicación debido a la depresión que sufre desde hace años. Un acto valiente por parte de Gaga, que ha querido dejar claro que está bastante recuperada, no porque las pastillas le hagan feliz, sino porque ha decidido recalibrar su alma.
A Gaga no le ha dado ningún tipo de vergüenza reconocer los problemas por los que atraviesa desde que lanzara su último álbum. Dice la artista que desde que despegó su carrera, no recuerda nada, por lo que necesitaba estabilizarse y centrarse en superar sus problemas con la depresión y la ansiedad.
Unas declaraciones que ha dado al Mirror y que han levantado la polémica. Más aún cuando se acaba publicar el primer single del que será su nuevo álbum, Perfect ilusion. Un tema en el que habla del amor y las desilusiones, que inevitablemente se relaciona con su ruptura con Kinney. Además, ella misma ha dicho que en este nuevo trabajo ha puesto mucho de sus propias historias y de las traiciones que le ha tocado vivir.