Los dueños de Budweiser, cerveza de origen checo, hablaron por primera vez desde que la FIFA prohibió la venta de cerveza fuera de los estadios de la Copa del Mundo.
Del mismo modo, el propietario de Bud y de otras marcas de cerveza, Anheuser-Busch InBev, dijo que todavía espera "celebrar el fútbol con nuestros consumidores", pero algunas ventas no pueden llevarse a cabo debido a "circunstancias que escapan a nuestro control".
Además, después de la declaración, publicó horas después un tuit en la cuenta oficial de Budweiser que decía "bueno, esto es incómodo..." antes de que se eliminara.
InBev no mencionó posibles acciones legales por el acuerdo de $75 millones que tiene con la FIFA, que le otorga derechos exclusivos para vender cerveza en los juegos de la Copa Mundial.
Qatar es una nación típicamente abstemio donde los turistas solo pueden comprar o consumir alcohol dentro de hoteles o restaurantes autorizados. Las exenciones para la Copa del Mundo habrían significado que los fanáticos pudieran comprar cervezas en "zonas de fanáticos" especiales o en los vestíbulos de los estadios.