La hija del presidente Obama se encuentra en Europa con el proyecto de su madre Michelle Obama, Let Girls Learn, que ya visitó España. En su visita a Ámsterdam la joven no dudó en pasar toda una noche de fiesta en la capital holandesa, como haría cualquier muchacha de su edad.
Pero la noche de fiesta de Malia no paso inadvertida para los holandeses. La hija del presidente fue grabada mientras bailaba muy animadamente en uno de los locales de la capital. Unos bailes los de Malia que han sido tachados de inadecuados e, incluso, salvajes.
Para avivar la polémica se suma el hecho de que la joven aparece bebiendo, algo que no sería un problema en Europa, donde la edad legal para beber es 18 años, pero sí en Estados Unidos donde aumenta hasta los 21. Un hecho que el sector más conservador de la crítica ha censurado.
En su defensa se ha pronunciado Youri Roest, un DJ holandés testigo de la noche loca de Malia, quien afirma que la hija del presidente es una “excelente bailarina” además de ser “muy flexible y tener buenas caderas”. Una defensa que, más que ayudar, parece que ha fomentado otros comentarios como que estuvo filtreando con algunos chicos o que resultaba muy sexy.