Isa Pantoja fue por un tiempo la gallina de los huevos de oro de Cantora. Los secretos desvelados por la hija de la Pantoja, su poca discreción a la hora de hablar de su familia y el hecho de no cortarse la lengua a la hora de criticarlos, la convirtieron en uno de los personajes más buscados y mejor pagados por las revistas.
Pero estos tiempos ya pasaron para la pequeña de los Pantoja. Isa ha pasado de cobrar 12.000 euros por su portada al volver de Supervivientes, a ofertas de poco más de 1.500 euros por el reencuentro con su niñera, Dulce. A lo que se suma el hecho de que las portadas de la joven son cada vez menos habituales.
Una bajada de su caché que atribuyen los montajes que Isa habría hecho. Las rupturas y reconciliaciones con Alejandro a los pocos días de vender las exclusivas, habrían cansado a las revistas, que no querrían jugar más a las idas y venidas de Chabelita.
Una postura artificial y poco natural con los medios a la hora de contar su vida que le estaría costando caro a Isa. Desde su perfil de Instagram la acusan de hacer un uso descarado de estrategias para llamar la atención, como no publicar nada durante días, para después ante la cercanía del cumpleaños de su madre publicar algunas imágenes con la idea de generar expectación. Una estrategia, un tanto básica, que le habría costado su credibilidad y la falta de confianza de los medios, ya cansados de los intereses de Isa.